domingo, 5 de mayo de 2013

El Camino de Santiago, la segunda cosa...(3ª etapa, Ferrieros - Palas de Rey - 34 km)







7 a.m., en pie…… he dicho en pieee. No hay manera, mi cuerpo se incorpora, pero las piernas se niegan a salí de la cama, me piden 1 horita maaaas. 
Parte de guerra, la rodilla izquierda se queja…. hummm… mejor ignorarla, el tibial izquierdo como esta celoso de la rodilla, reclama su protagonismo, los pies…. creo que las zapatillas con tanta lluvia empiezan a encoger. 

Desayunamos en el mismo sitio de la cena, así que os podéis imaginar el tamaño de las tostadas. Una vez repuestas las fuerzas, empezamos a caminar, parecía que el tiempo nos daba una tregua y no iba a llover. Cuando apenas llevábamos unos 4 km, encontramos un pequeño puesto con agua, fruta, cafe caliente y un pequeño cofre para dejar la voluntad. Y aproveché para descalzarme, ya que empezaba a notar algo en la planta de los pies. Shane me h¡echo un vistazo y efectivamente parecía que se estaba formando una pequeña ampolla. Así que tiramos de Comped (craso error) y a caminar. Al llegar a Portomarín, ya notaba que las ampollas estaban ganado posiciones en el campo de batalla, pero decidí ignorarlas. Nos quedaban 27 km por delante.

Cuando paramos para comer, nos encontramos con Alejandro y Albino. Ahí si que decidí descalzarme y cambiarme los calcetines, Por la cara que puso Shane al verme los pies, me di cuanta que la ampolla pintaba mal. Albino me dejo unos calcetines y Christian, un alemán que estaba en el bar, me cedió su botiquín para que pudiese hacerme unas curas y aproveche para practicar mi ingles de Vigoxford, vamos de andar por casa. Pero me estaba soltando y si veja una piedra con cara de extranjero, pues me ponía a hablar con ella.. Aparecieron los irlandeses y por primera vez vimos a un tipo grande grande, Cesar que estaba haciendo el camino con su madre, mas grande todavía que el hijo, ya os contaré. Una vez que ya habíamos repuesto fuerzas, continuamos caminando.

 Los primeros pasos eran incomodos (por decirlo de una manera elegante)… vamos que eran muy jodidos. Hasta que las ampollas no encontraban su hueco en el pie, tocaban un poco las pe.... las narices. Las verdad es que no podía parar. El camino hasta Palas fue una prueba de resistencia. Yo estaba tocado, Mafalda, cansada y Shane…… Shane como dando un paseo por el parque en una mañana de domingo. 

Objetivo cumplido, llegamos a Palas. Nada mas pasea por la ducha me fui directamente al servicio medico a que le echasen un vistazo a los pies. Lo primero que me dijeron era que no se me volviese a ocurrir utilizar el Comped, lo quitaron con cuidado, vaciaron la ampolla y con Betadine (la madre que lo pa… como escueceeeee) la desinfectaron y secaron. Recomendación del médico, "tal como tienes los pies y la tendinitis en las rodillas, te aconsejo un día de descanso" Yo quería llegar el domingo con mis compañeros a Santiago, así que lo de quedarme un día en Palas no entraba en mis planes.

 El parte del tiempo para el día siguiente era de bastante lluvia, para mi iba a ser un calvario y probablemente si hacia la etapa, se acaba el camino para mi. Toda la noche le estuve dando vueltas, hasta que vi el reloj, marcaba las 4:30 am. Esto no podía continuar así, me tome algo para dormir. Al día siguiente había tomado la decisión mas dolorosa de todo el camino. No podía hacer esa etapa.

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